martes, 9 de octubre de 2012

Sonido - Parte 1


Escribía las palabras solo por su sonido. Las usaba para volar. Sonaba al volar, y volaba al sonar. Palabras. Una buena tarde decidió que las palabras eran demasiado, pesaban mucho, decían tanto...Se animó a tirarlas en un rincón, con la esperanza de que se fueran. Pero cada noche la miraban desde el rincón; la miraban a veces con ojos tristes, y otras veces con una ira contenida, como un león enjaulado esperando devorar a su captor. Las dejó estar. Las ignoró.

Pasaron días y meses y noches y lunas. Ya casi se había olvidado de ellas, pero ellas tenían memoria. El polvo y el olvido no habían logrado acallarlas. Sus sonidos vibraban dentro de ellas, buscando a alguien que se atreviese a pronunciarlos. Y las palabras se reunieron. Desde su famélico olvido juntaron fuerzas para volar una vez más, para enfrentarla. Se alinearon, se sacudieron el polvo. Algunas se desperezaron -habían dormido tanto tiempo...- y otras empezaron a tararear una canción bien suave. Ninguna fue dejada atrás.