martes, 29 de abril de 2014

Pequeñas notas de celular. (O: cómo evitar que la inspiración se escape)

Nota 1:
Eyes that have seen and have known much, but never get tired of seeing and knowing. And once again, weaving goodbye to another adventure, another horizon that is left behind and goes back into memories.


Nota 2:
Tal vez el peligro de haber vivido tanto, de haber disfrutado tantas escenas en esta vida, es que hay mucho para recordar. Hay caras y momentos y sonrisas y sensaciones para mirar con un cierto aire nostálgico, después de entender que el tiempo pasó y que no se puede volver. Como esa sensación de tener dieciocho años y creerse ominipotente, con todo un mundo por delante, y la libertad, y el aire. Como cuando viste por primera vez el mar, o tu primer beso, o la vez que te sentaste a ver los murciélagos salir de abajo de las tejas en algún lugar muy lejos de casa. O el cosquilleo en la panza de saberte lejos, sola, frente a un mundo que no te conoce y al que no conocés, que no sabe tu historia ni tus nostalgias. O esa noche, quieta, fresca, sentada, los pies sobre un banco, el campo por delante, alguien otro trabajando en silencio cerca. La sensación de contentamiento, de que todo era como debía ser, aunque no lo fuera, aunque tal vez sí lo había sido, en ese momento.

Nota 3:
Miro por la ventana y de nuevo esa sensación en la boca del estómago y la sucesión de imágenes que pasan volando y pasan en otros lugares, porque el aire huele a otro lugar; hoy huele a lejos.